Ya sabéis que aquí nunca hablo de temas médicos, Dios me libre. Si me ve mi hermana hablando de medicina, ella que es de la profesión, me da una colleja. Simplemente voy a daros mi opinión porque cuando tenemos hijos pequeños, y en esta época, todo parece que sea gripe. Con Jorge lo viví y ahora me pasa con Valentina. Es llevarla a la guardería y está semana sí, semana no de vuelta en casa. La verdad es que lo paso fatal cuando les coge fiebre. Me paso toda la noche abrazándolos y, al final, la que cae bien enferma soy yo. Me ha pasado hoy mismo. Es bien sabido que el tratamiento con antibióticos no aporta ningún efecto beneficioso a estas infecciones y su consumo resulta hasta perjudicial, incluso genera efectos adversos porque los gérmenes se vuelven resistentes. Entonces ¿Qué hacemos?
Para contribuir a la mejora de los síntomas de la gripe en mis hijos humidifico el ambiente. Precisamente hoy en otro post os hablaré de un humidificador que estoy utilizando chulísimo (y que sortearemos para todas vosotras). A mi me ayuda a prevenir la deshidratación y a facilitar la eliminación de mocos. Es muy útil por las noches cuando dejamos la calefacción puesta porque los niños se destapan ¿No os levántais con la nariz y la boca seca? Yo además le pongo unas gotitas del aceite esencial de Eucaliptus Radiata. Lo aprendí en un curso que hice de aromaterapia.
Otro remedio higiénico para gripe y resfriados son lavados nasales, pero cuesta mucho hacérselos a los peques. Valentina cuando ve el tubo se pone como Chucky el muñeco diabólico.
Cuando tienen fiebre yo salgo corriendo al pediatra, no sé vosotras. Recuerdo, como madre novata, la primera vez que Jorge tuvo fiebre. Fue una semana después de salir del paritorio. Estábamos en casa y aquel día, por primera vez que era pleno invierno, lo sacamos a la calle a pasear. Nos sentamos con unos amigos en la cafetería de un centro comercial por aquello de estar más a cubierto. Al llegar a casa el niño estaba ardiendo. Mi marido gritando ‘que ya te lo decía yo, que los centros comerciales no son para bebés’, yo llorando como una magdalena… Llamamos al pediatra urgentemente entre sollozos. Nos pidió que le pusiéramos el termómetro, sí jajaja ¡no lo habíamos hecho aún! El niño tenía 37,5 graditos solo. Era febrícula no fiebre. Nos preguntó como iba vestido. A día de hoy aún le estoy sacando capas. El niño no tenía fiebre, estaba simplemente achicharrado de calor. Más mangas no podía llevar. Pagamos la novatada pero lo pasamos fatal.
Aún sigo pasándolo mal cuando se ponen tan calientes. Pero para acudir al médico recomiendan que tenga fiebre persistente a los antitérmicos de más de tres días ¿Quién de vosotras espera tres días? También si tiene dificultad respiratoria o en aumento, dolor de oídos, vómitos repetidos y no quiere beber. De Frenadol es el cuento interactivo que veis abajo y que podéis usar para entretener a vuestros hijos si tienen gripe. Aunque el mejor remedio es siempre mucho cariño, besos y abrazos.
Más información y consejos para la gripe en niños en la web de Frenadol