Ir al teatro es un hábito más que saludable. Me gusta hacerlo desde hace años. He tenido la suerte, al ser periodista, de poder asistir a numerosos estrenos. Las funciones que más me gustan son siempre las musicales. Ahora disfruto yendo con Jorge. Es un momento único, educativo, emotivo, divertido, en el que los dos aprendemos mucho. Estas fiestas pude disfrutar en el Teatro Poliorama del Cuento de Navidad de Dickens (gracias a Salirenfamilia.com). Ayer no me perdí la obra Bambi. Os parecerá una historia triste o fofa, pero los actores de El Replà Produccions se alejan del ideal de Disney y construyen un cuento muy real que enseña a los niños lo que es el peligro, el amor a la familia y la responsabilidad del crecer. Pero lo mejor de todo, fue sin duda tener la oportunidad, gracias a Viu el teatre, de conocer a los actores previamente a la función, subir al escenario, tocar los decorados, los vestidos, conocer cómo se trabaja en las bambalinas y ver cómo Jorge con sus preciosos ojos abiertos lo absorbía todo. ¿Queréis saber más? Os lo recomiendo, seguir leyendo.
No tenía conocimiento del Club de los pequeños espectadores. Programan, en diferentes lugares, la temporada teatral y les enseñan a los niños que el teatro es un medio para expresar sentimientos, historias, para conectar con otras personas. El teatro potencia nuestras capacidades comunicativas. Sin ir más lejos, ayer Jorge y yo hablamos de Bambi unas seis veces. Era importante explicarle qué es una ‘moraleja’ palabra extraña donde las haya para un niño de 5 años recién cumplidos.
Es fantástico que observe cómo los protagonistas mediante la expresión oral y corporal pueden explicar tantas y tantas cosas, así como transmitir profundos sentimientos. La función de ayer fue un buenísimo ejemplo.
Llegamos al Poliorama una hora antes. Nos recibieron unas monitoras de La Caputxeta, el aula de expresión dramática. Nos explicaron sentados junto a otros niños el cuento y luego nos hicieron un recorrido por el teatro. Los peques que nos acompañaban estaban celebrando un cumpleaños. Me pareció una idea estupenda. Celebrar en el teatro junto a tus amigos tu aniversario. Tienen un almuerzo antes de la función, luego conocen a los protagonistas y estos más tarde, los hacen subir al escenario ante todo el público que les canta cumpleaños feliz. Un recuerdo muy bonito y que prefiero mil veces a un chiquipark
Me encantó ver como la compañía de El Replà Produccions está formada por solo cuatro personas: dos chicos y dos chicas (en las fotos los veis) que desempeñan todos los papeles, cantan y bailan excelentemente bien.
Si queréis ver cuáles son las próximas funciones en la web de Viu el teatre las tenéis. Hay desde arte con arena y circo, a historias como la del genio El pequeño Dalí (esta me encantaría verla), Blancanieves, El elefante y la araña, La máquina del sonido (en el Teatro del CCCB Sala Kids), entre muchas otras.
Para vuestra información el precio de la entrada es de 12 euros para adultos y niños por igual, aunque para grupos de más de 10 personas se reduce a 9 euros. Si os hacéis del Club de los pequeños espectadores pagáis 50 euros y podéis ir toda la familia. La fiestas de cumpleaños cuestan 9 euros por persona e incluyen el desayuno, los monitores y ver el teatro por dentro. Esta actividad también puede hacerla cualquiera por 3 euros.
Por cierto, al salir las monitoras de La Caputxeta nos dieron unos ejercicios para practicar en casa el teatro en familia. ¿Qué os parece? A mi me encantó la experiencia.
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