Os voy a contar una anécdota de madre primeriza que os hará reír. Cuando nació mi primer hijo, al volver del hospital a casa, al igual que todos los padres y madres, no teníamos idea de cómo manejarnos con un bebé. Los primeros cambios de pañal en el hospital ya eran como pasar un examen y no os digo nada del primer baño. A mi hijo no se le había caído aún el cordón umbilical por lo que nos aconsejaron no sumergir su cuerpo en una bañera, sino utilizar una esponja natural para lavarlo. Nosotros, padres previsores, habíamos comprado de todo y se nos ocurrió hacer su primer baño en la mesa del comedor, sobre una toalla. Nuestro cuñado, que era y es el padrino, grababa en vídeo ese primer momento. 45 minutos estuvimos desvistiéndolo, pasando la esponja mojada con jabón por su cuerpo, secándolo y vistiéndolo de nuevo. No cogió el niño una pulmonía de milagro. Pobrecito. Aún al acordarnos nos reímos. Esta fue una de muchas otras novatadas y, por suerte, bien divertidas. ¿Cuándo se tiene que bañar a un bebé? Y ¿Cómo? En este post te respondo a todas tus dudas y te presento los productos para el baño de la marca Nuby.
¿Cuándo bañar a tu bebé?
En principio, puedes bañar a tu bebé a partir de su segundo día de vida, pero se recomienda no hacer una ‘inmersión’ en la bañera sino un baño de esponja. Cuando se le caiga el cordón umbilical ya podrás sumergirlo en el agua. Esto puede ocurrir entre los 10 días y las tres semanas después del nacimiento. Los pediatras lo recomiendan así para mantener el ombligo lo más seco posible y facilitar su correcta cicatrización, así como evitar posibles infecciones.
No es que esté contraindicado el baño con cordón umbilical, sino que es mejor hacerlo dos o tres días después de la caída de este, cuando el ombligo ya no presenta sangrado leve ni secreción alguna.
¿Cómo hacer un baño placentero?
El baño no tiene que ser una tortura para tu hijo o hija sino un momento de relajación, estimulación y diversión. Aunque, no lo neguemos, hay niños que disfrutan con el agua de las atenciones y cariños de papá y mamá y otros para los que el baño es un momento poco confortable.
La preparación es la parte más importante. Antes de desvestir al bebé, la temperatura ambiente del baño debe estar entre 22 y 25 grados para que no sienta frío. Vigila las corrientes de aire.
Debes tener todo lo necesario preparado a tu alcance: esponja, jabón, cremita… Para no dejar al bebé solo ni un momento. Puedes por ejemplo, preparar dos toallas sobre el cambiador (la segunda es para secarle) y dejar a mano la ropa y el pañal.
Hay que llenar la bañera poco a poco con agua templada, empezando por la fría, ya que la caliente se queda en el fondo y le podría quemar. Después mézclala bien con la mano y comprueba la temperatura con un termómetro de bañera: debe estar entre los 35 y los 37 grados. A los recién nacidos les basta con estar dentro un par de minutos. Después se puede alargar hasta diez.
Tortuga Nuby para el baño del recién nacido
Para los recién nacidos Nuby tiene una tortuga para el baño muy práctica cuyo diseño se adapta al bebé para un ajuste cómodo y seguro. Es ideal porque puedes ponerla en la pica e incluso llevártela cómodamente de viaje para bañar a tu peque en cualquier lugar.
Nosotros en el hospital vimos cómo se bañaban los bebés en las picas y no en bañera. De ahí que este producto sea bueno (en función del tamaño de tu bebé) para hacer un baño rápido desde los 0 a los 6 meses.
Además, su material está fabricado a prueba de moho y hongos para un baño limpio y sin preocupaciones. Y es apto para lavadora y secadora. Es una propuesta cómoda para ti y para tu bebé.
Si al principio ves que tu bebé se asusta con el agua te recomiendo limpiarlo solo con una esponja humedecida en agua tibia encima de la tortuga. Poco a poco se irá acostumbrando. No olvides calentar tus manos en el agua y empezar por la cabeza (en el caso de que vayas a lavarle el pelo). Luego ve bajando por el cuerpo hasta el culete, que tiene que ser lo último.
Bañera para bebés con respaldo de espuma Nuby
Otra opción que te da Nuby es esta bañera con asiento incorporado que utilizarás desde el nacimiento hasta los 12 meses (siempre en función del tamaño de tu hijo o hija). Es una bañera cómoda y fácil de usar y no es demasiado grande ni aparatosa con lo que podrás colocarla en cualquier lugar, dentro de otra bañera o en la ducha. En casa la hemos probado así.
El respaldo de espuma garantiza la comodidad del bebé, ya que no se resbala. El tapón de silicona extraíble y las asas antideslizantes facilitan el momento del baño a los padres y madres.
Para introducir al bebé en el agua coloca una mano bajo su axila y otra bajo sus nalgas. Métele en la bañera empezando por los pies. Una vez dentro del agua, puedes sujetarle con una sola mano pasando el brazo bajo la nuca. La otra queda libre para hacerle mimos, pasarle la esponjita y jugar con él. Aunque el espacio sea pequeño, déjale que chapotee. Recuerda que con menos de 10 minutos es suficiente, no hace falta estar media hora o 45 minutos como hicimos nosotros el primer día.
Antes de sacarle del agua, aclárale las partes del cuerpo que no están sumergidas. Deja la cabeza para el final, pues es lo que menos les suele gustar. Mi hija lloraba mucho cuando el agua le llegaba a la cabeza. No empieces por aquí porque le harás sufrir.
Al sacarle del agua, igual que al meterle, es esencial sujetarle con firmeza con una mano bajo la nuca y la otra a la altura del culete. Si te quedan restos de jabón en las manos, intenta aclarártelas antes para que no resbalen.
Al secarle, túmbale sobre el cambiador y envuélvele rápidamente para evitar que se enfríe. Sécale sin frotar, insistiendo mucho en los pliegues. Por cierto, el secador está totalmente desaconsejado en los bebés.
Cuando tu peque sea más mayor ya podrás darle juguetes de Nuby para jugar en la bañera. Verás como entonces el baño se convierte en uno de sus momentos preferidos.
Cuéntame en los comentarios algunas de tus anécdotas durante el baño de tu bebé.
